Dengue: cómo controlar el mosquito Aedes aegyptide forma temprana
Con la llegada del verano, las altas temperaturas y la humedad, comienzan a surgir los primeros casos autóctonos de dengue en las regiones más pobladas del país. Este fenómeno se debe al crecimiento de la población del mosquito y, por ende, al incremento en la transmisión de enfermedades virales como
el Zika y la Chikungunya, también transmitidas por la picadura de la hembra del mosquito Aedes aegypti.
Existen guías muy claras sobre prevención y control de Aedes descriptas desde la OMS y OPS, también guías nacionales, provinciales y municipales. En muchos municipios, productos domisanitarios, maquinarias, etc, se pueden encontrar equipos de control vectorial, pero el 2024 nos sorprendió con un brote epidémico histórico de Dengue en el país. Ahí es donde surge el interrogante: ¿por qué a pesar de todo esto, el Aedes sigue su marcha colonizadora imparable?
Controlar al insecto vector es fundamental para detener la transmisión del virus, pero el verdadero reto es “ajustar los programas de prevención y control a las condiciones culturales, sociales y edilicias locales. Barrio por barrio manzana por manzana y casa por casa. Esto sin dudas requiere del elemento principal para una buena gestión que es: el conocimiento”, explica Marcelo Hoyos, gerente técnico de Soluciones y Productos Especiales de BASF.
Sin el conocimiento profundo de la biología del mosquito (fortalezas y debilidades), el ambiente (como influye sobre la colonización) y los aspectos sociales culturales de una comunidad, el mosquito seguirá ganando terreno. Al hablar del dengue es común que una imagen se instale en nuestra mente y es la del mosquito en su forma adulta característica, pero debemos recordar que en realidad existen otras formas o estadios: huevo, larva o pupa, además del adulto, cada una con comportamientos distintos. Es
esencial entender sus puntos fuertes y débiles en cada etapa para realizar un diagnóstico adecuado y aplicar medidas de control efectivas.
“No debemos subestimar la capacidad del mosquito para colonizar nuevas áreas; gracias a su adaptación, ha expandido su alcance a zonas templadas y ciudades más al sur, como la ciudad de Neuquén en el norte de la Patagonia”, advierte Hoyos.
Asimismo, Hoyos enfatiza en la importancia de aumentar la concientización sobre las acciones individuales en la prevención temprana: “El mosquito Aedes coloniza nuestros traspatios en búsqueda de sangre humana y criaderos. El descacharrado es una herramienta importantísima en la prevención de la colonización del mosquito Aedes, pero tiene aristas complejas que debemos analizar:
No todos los recipientes se pueden desechar, otros están muy ocultos, algunos están por sobre nuestra vista (tanques de agua, canaletas tapadas).
Algunas personas no siempre pueden identificar los criaderos naturales y que, por ejemplo, hasta tener floreros con agua dentro de la vivienda es tener potencialmente criaderos.
La existencia de viviendas abandonadas o deshabitadas.
Por ello, hay que trabajar mucho en la comunicación y el trabajo comunitario articulado con ONGs e instituciones públicas para lograr que los peridomicilios e intradomicilio en zonas criticas estén completamente cubiertos y saneados.
Además, Hoyos subraya que el camino hacia la correcta prevención y control de Aedes pasa por la planificación de estrategias y la gestión profesional en el terreno. Esto significa implementar estrategias articuladas y en los momentos correctos, según un diagnóstico basado en el seguimiento entomológico y epidemiológico temprano. Es una cadena con eslabones cuya resistencia se basará en esa articulación de acciones culturales, físicas y químicas. Ninguna reemplaza a la otra; todas son herramientas que disponemos para una correcta gestión.
Recomendaciones para prevenir y controlar
Para una prevención y control adecuados, el ingeniero Hoyos ofrece las siguientes recomendaciones para los profesionales de control de plagas:
Evaluar el riesgo de colonización de Aedes: Es importante monitorear activamente antes de que se detecten casos importados de dengue para prevenir y destruir criaderos potenciales. En esta etapa, se pueden instalar ovitrampas o larvitrampas para una detección temprana.
Actuar de manera preventiva: La vigilancia debe comenzar al final del invierno según latitud, ya que los huevos de Aedes pueden sobrevivir todo el año, incluso en invierno. Retrasar esta vigilancia puede dificultar la detección temprana de posibles brotes.
Priorizar acciones en zonas de alta incidencia: Es necesario intensificar la observación en zonas con antecedentes crónicos de Aedes y dengue. Las acciones de descacharrado y los programas de control químico deben seguir los lineamientos de las guías, control focal, perifocal y espacial (casos de bloqueo) son herramientas que deben ser manejadas con criterio profesional y de manera segura para que resulten efectivas.
Conocer el periodo de control o residualidad de los productos utilizados:
Esto permite una continuidad en periodos críticos, manteniendo el control de larvas y adultos sin interrupciones, mientras se avanza con la eliminación diaria de recipientes.
5. Elaborar programas sólidos y darles continuidad: Las acciones de vigilancia, prevención y control deben ser permanentes para reducir la población de mosquitos y los riesgos asociados al dengue, zika y chikungunya.
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