Ley de Teletrabajo: reconfiguración de espacios laborales y claves de la normalidad que se viene
- Noticias365
- 30 sept 2021
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Un nuevo contexto pospandémico, las nuevas tendencias y la puesta en práctica masiva de la Ley de Teletrabajo aprobada en 2020 serán parte de las coordenadas claves dentro de las cuales se moverá el teletrabajo en la Argentina.

“El teletrabajo en la Argentina venía creciendo a una tasa del 10% anual antes de la pandemia. La pandemia nos llevó a todos a una teleurgencia, que no es lo mismo que teletrabajo: lo único en lo que se parece la teleurgencia al teletrabajo es que no vamos a la oficina”, manifestó Fabio Boggino, fundador de Jobing Consultores, firma especializada en consultoría e implementación de teletrabajo en organizaciones.
Boggino, quien también es fundador de workON Global, la APP que funciona como un marketplace de empleo en tiempo real, explica que “la teleurgencia tiene foco en la salud; el teletrabajo tiene foco, además, en la productividad”.
En ese contexto, el futuro del teletrabajo estará asociado a tres palabras: “Prevención, capacitación e instrumentación” serán, según Diego Nunes, abogado en Estudio Nunes y Asociados, las claves de cualquier estrategia en la que apoyarse para implementar procesos basados, en forma total o parcial, en trabajo remoto.
“La Ley de Teletrabajo implica un régimen muy distinto al que existía antes de la pandemia, que podríamos definir como de emergencia por el contexto de las restricciones”, confirma Nunes y propone: “El primer paso es informarse del régimen que se encuentra vigente desde el 1 de abril, luego preparar una política desde RR.HH., validarla con los asesores legales y presentar al Directorio ventajas y desventajas de este nuevo esquema de trabajo”.
En Estudio Nunes recomiendan “tener reglamentos sobre el ejercicio general del teletrabajo y condiciones particulares firmadas en un contrato de teletrabajo específico con el trabajador. En todo momento que vayamos a tener una prestación remota, es importante elaborar el contrato con la Ley de Teletrabajo a la vista”.
La recomendación de ser puntillosos con la ley es un indicador del carácter disruptivo que tiene o puede tener la masificación del teletrabajo aún en condiciones no pandémicas. “Evolucionamos una década en un año y medio”, subraya Boggino, quien prevé que el teletrabajo post pandemia “nos encontrará con un sistema híbrido, donde iremos dos o tres días por semana a la oficina y otros teletrabajaremos en distintos espacios”.
En este contexto, se abre paso la figura de un 'tercer lugar', que no sea la oficina de siempre pero tampoco la vivienda familiar. Se busca una alternativa para superar, sin retornar al ahora `viejo´ espacio laboral, toda una serie de problemas asociados al desempeño de las tareas desde el hogar.
Hoy, más que nunca, la tendencia hacia el desplazamiento de la centralidad de la oficina como espacio de trabajo trasciende la pandemia. Según el INDEC, de un total de 11,7 millones de trabajadores cubiertos por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), entre 3,1 y 3,3 millones se dedican a actividades que podrían ser realizadas desde el hogar. Así, más del 25% de los trabajadores podrían trabajar remoto.
“Estamos en una transformación cultural aún. Las empresas son personas que se comunican a través de un objetivo, la empresa no es un edificio. Hoy ´me voy a trabajar´ es generar valor y se puede generar valor desde cualquier lugar. Sin embargo, muchas empresas siguen prefiriendo a los colaboradores que viven cerca, es cierto; vivir cerca es una ventaja para la empresa porque asegura presentismo y puntualidad y al colaborador también lo fideliza”, suma Boggino.
“La clave de los terceros lugares es que son ellos, los colaboradores, quienes eligen cómo, cuándo y dónde del lugar de trabajo. Se trata de que las empresas les ofrezcan la posibilidad concreta de elegir espacios cercanos a su realidad diaria”, precisa Di Filippo, CEO y Cofundador de benomad, una plataforma que permite a empresas y profesionales encontrar lugares premium adecuados para trabajar fuera de la oficina.
En línea con esto, Nunes sostiene que “el balance entre trabajo presencial y remoto es muy personal. Hay trabajadores que prefieren trabajar desde su hogar y otros que no se pueden concentrar por la convivencia con personas que no están trabajando necesariamente al mismo tiempo. Es uno de los puntos a analizar a la hora de definir un puesto y hacer una búsqueda, pero lo que sí podemos adelantar es que el trabajo por objetivos y la flexibilidad en el cumplimiento de la jornada son bien recibidos por los trabajadores”.
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